Saltar al contenido

Un proyecto para concienciar sobre la “basuraleza” como enemigo de mares y océanos, ganador del Ocean Hackathon 2020 en Cádiz

El reto, presentado por Carmen Morales de la Universidad de Cádiz, representará a Cádiz en la final que se celebrará en Brest a final de año

El delegado Fran González, que ha formado parte del jurado, ha entregado el premio y ha dado las gracias a los investigadores

A lo largo de las 48 horas de investigación, el trabajo en equipo y las sinergias entre retos de temática similar han hecho que tres de los retos se hayan fusionado, quedando seis en la competición final

El reto “Quantification of ocean litter using images (I-LITTER)», Cuantificación de la basura del océano mediante imágenes, presentado por Carmen Morales de la Universidad de Cádiz, ha sido el ganador del Ocean Hackathon 2020 que se ha celebrado en el recinto interior de la Zona Franca de Cádiz este fin de semana y que ha congregado a 57 investigadores en torno a los seis retos, de los nueve iniciales, que han competido en la final.

El equipo ganador ha estado compuesto por 9 personas, 5 investigadoras de forma presencial y el resto de forma telemática. Entre sus integrantes se encuentra la promotora del reto 7, Elena Ortega, que se fusionó con este equipo por compartir temátiuca e intereses comunes.

En segundo lugar se ha situado el reto 8 presentado por Esther Puertas, también de la Universidad de Cádiz, denominado “Mobile APP to promote a new blue tourism model. More inclusive amd sustainable”, una aplicación móvil para promover un nuevo modelo de turismo azul. más inclusivo y sostenible.

Como tercer premiado, David Gómez-Ullate del Departamento de Ingeniería Informática de la Universidad de Cádiz, que ha concurrido con el reto “Route optimization for vessels in the ocean”, para optimizar las rutas en navegación, con el consiguiente ahorro de combustible sobre todo para los mercantes.

Tal y como ha sucedido en el equipo ganador, al que se unió el reto 7 por compartir un fin común como es la concienciación de que la “basuraleza” es el enemigo de mares y océanos, se da la circunstancia de que otros dos retos se han fusionado en otro de temática similar, poniendo de relieve la importancia del trabajo en equipo y la cooperación para crear sinergias en beneficio del resultado final.

El acto de clausura estuvo presidido por el delegado de la Zona Franca, Fran González, que entregó el premio al ganador, acompañado por José Manuel Sánchez, de la Universidad de Cádiz, y Miguel Sánchez Cossio del CEEI Bahía de Cádiz, además del coordinador de Incubazul, José David Sánchez de Medina, que fue el encargado de presentar el acto.

El interés y la calidad de los investigadores participantes ha quedado de manifiesto durante las 48 horas que han estado trabajando en torno a los retos, durante los encuentros con los mentores y en la presentación final de proyectos, cumpliendo la expectativa del Ocean Hackathon: la creación de herramientas para la mejora de los océanos, una de las actividades recogidas por Naciones Unidas para la década de las ciencias marinas por un océano sostenible.

Durante las 48 horas de evento científico, además de la intensa actividad en torno a los equipos, los speed learning, las consultas y sesiones con los mentores y la investigación en general, se han puesto de manifiesto notas de color que hay que destacar y que pone de relieve el nivel de excelencia y la internacionalización del Ocean Hackathon.

Uno de los equipos, concretamente el número 8, sobre turismo azul, tenía entre sus componentes una investigadora brasileña, que trabajaba simultáneamente en remoto desde su país. Otro dato que ha destacado en el evento es la alta participación femenina. De hecho, de los promotores de los 9 retos iniciales, 6 son mujeres, así como casi el 50% del total de participantes.

Los equipos han trabajado sobre temáticas que van desde el desarrollo de una app que permita evaluar la contaminación de la basura en el mar, otra app para el turismo azul, la valoración de la basura en el mar a través de drones, el uso de la basura marina en la elaboración de material escolar para la educación azul o el desarrollo de un logaritmo para el ahorro de combustible y la reducción de contaminación en la ruta de transporte marítimo. Todos fueron seleccionados cumpliendo criterios de vinculación con el mar, uso y disponibilidad de datos, innovación y originalidad y conservación de los oceános.

Además de los premios a los tres primeros galardonados, todos los retos participantes obtienen además una estancia gratuita en la incubadora de economía azul Incubazul, que la Zona Franca de Cádiz está desarrollando en Zona Base Cádiz y que cuenta con una subvención de fondos concedidos por el Programa Operativo Plurirregional de España Feder 2014-2020 “Una manera de hacer Europa” y gestionados por la Fundación Incyde. De hecho, la celebración del Ocean Hackathon 2020 se enmarca en las acciones de esta incubadora y da el pistoletazo de salida a la andadura de Incubazul.