El delgado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Jorge Ramos, ha visitado la nueva planta industrial de Procosur en el Recinto Fiscal gaditano, un proyecto que comenzó a funcionar a finales del año pasado y que ha situado a la empresa de congelados como una de las factorías de congelados más modernas de Europa.
El delegado se ha felicitado de que la iniciativa privada y las instituciones públicas hayan trabajado conjuntamente para poner en marcha una fábrica pionera en Europa, que debe ser el modelo a seguir en pro de que el empresariado gaditano y por extensión el andaluz invierta en I D i para ganar competitividad y situar nuestros productos dentro de un mercado cada vez más global pero cada vez más exigente. Ramos quiso destacar la importancia del sector agroalimentario como motor del crecimiento económico en Andalucía, un sector agroalimentario que debe sustentarse en la Investigación para hacerse cada vez más competitivo, aunando tradición con la última tecnología en cada campo.
La visita estuvo guiada por José María Bautista y Tomás Nieto, socios fundadores de la empresa, quienes mostraron el recorrido -tratamiento, conservación y envasado para su comercialización- de los diferentes productos del mar. La planta, de 12.000 m2 en diferentes alturas, permite reunir toda la cadena de trabajo en un mismo edificio, con el consecuente ahorro de energía, y aglutinar almacén frigorífico, sala de elaboración con tecnología de vanguardia y un gran túnel de congelado, además de los diferentes departamentos administrativos.
La inversión total ha sido de unos 21 millones de euros, de los que Zona Franca ha financiado casi 10 a través de la construcción de la obra civil, a cargo de Isolux-Corsán. No obstante, además el proyecto ha contado con el apoyo de Ministerio de Industria, que ha aportado 4 millones a través del plan de Reindustrialización de la Bahía de Cádiz; y de la Consejería de Agricultura y Pesca, que ha participado, mediante ayudas comunitarias del Fondo Europeo de Pesca (FEP) con 5 millones de euros.
PROCOSUR, con un volumen de negocio de 40 millones de facturación anual, cuenta en la actualidad con un total de 170 empleados que trabajan elaborando en su mayoría cefalópodos –entre pulpos y sepias– que posteriormente se distribuyen a siete países europeos y a más de 30 tiendas al por menor distribuidas por la provincia de Cádiz. El hecho de que la planta actual duplique las dimensiones de la antigua fábrica y de que permita triplicar la capacidad de producción ha permitido que PROCOSUR esté ampliando a centro Europa –a lugares como Francia, Alemania, Bélgica o Suiza- sus líneas de comercialización para seguir creciendo.